Cuando abrimos la llave de nuestra casa, el agua sale, pero, ¿te has preguntado alguna vez de dónde viene el agua?

Si vivimos en la ciudad de La Paz, una ducha por la mañana podría comenzar a varios kilometros de distancia.

En Baja California Sur caen únicamente 161 milímetros de lluvia por año –lo equivalente a la altura de un lápiz nuevo– lo que nos posiciona como el estado más seco de la República Mexicana.

El agua que llega a la llave de nuestra casa es principalmente agua de lluvia que cae sobre las zonas altas como son las Sierras de Las Trincheras y El Novillo, esta agua escurre rápidamente formando arroyos que corren en dirección del mar.

El agua de lluvia viaja por arroyos rumbo al mar, pero sólo una pequeña parte logra llegar, ya que la gran mayoría eventualmente se evapora mientras que otra parte logra infiltrarse al subsuelo en donde se almacena en lo que conocemos como el acuífero de La Paz. A esta agua se le llama Agua Subterránea.

Dicha agua es extraída del subsuelo por medio de pozos para proveer de agua a todos los usuarios de la ciudad: el uso agrícola y ganadero, el uso industrial, y el uso en casas y negocios, quienes representan casi dos tercios del total utilizado al año en la ciudad.

En la actualidad sacamos más agua de la que logra infiltrarse al acuífero, lo que se conoce como sobrexplotación. Esto provoca que cada vez tengamos menos agua dulce disponible.

El agua del acuífero de La Paz es actualmente la única fuente de abastecimiento para la ciudad, aunque próximamente se tiene proyectado importar agua del Carrizal por medio de un acueducto, situación que solo aliviará temporalmente la escasez si la ciudad sigue creciendo y no se toman medidas para hacer un mejor uso y manejo del agua.