Un túnel de mil kilómetros en China, que se convertiría en el más largo del mundo, llevará agua desde el Tíbet hasta el desierto de Taklimakan, en Xinjiang, si sale adelante el proyecto en el que trabajan ingenieros del país.
Según informó el diario South China Morning Post, esta obra de ingeniería transportará el agua del río Bramaputra, conocido por su Gran Cañón, hasta el desierto de Taklimakan, que ocupa una superficie de 270 mil kilómetros cuadrados, equivalente a más de la mitad del territorio español.
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