Hoy, en las 45.000 mezquitas del reino se implora, por orden del rey, que llegue de una vez esa lluvia a la que muchos culpan -en este caso por su ausencia, hacía años que no se vivía tanta sequía- de ser la causante del drama, hambre, nerviosismo, falta de orden y estampida.
Mohamed VI ordenó el miércoles que en todos los templos del país se hagan hoy rogativas por el «salat al-istisqa», la oración por la lluvia, en referencia a un verso del Corán que recomienda una oración «siempre que la lluvia es escasa». Porque los grifos se están secando, sobre todo en el sur, debido a la sequía y al calentamiento global. Marruecos es un país agrícola, un sector que tiene un peso económico y social fundamental. Representa el 14,6% del PIB y casi el 40% del empleo, el 75% de los cuales se encuentra en las zonas rurales.
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