En parte de la Sierra Gorda, en los límites con Querétaro, yacen inservibles restos de tuberías, medidores y sistemas de bombeo instalados para dotar de agua potable a comunidades indígenas y núcleos agrarios de Hidalgo, que aún padecen desabasto a pesar de que durante la inauguración de esas obras, el entonces gobernador priísta Francisco Olvera Ruiz las presentó como actos de justicia social.
La localidad indígena de Xajhá y otras del municipio de Zimapán siguen sin suministro pese a que la Comisión Estatal del Agua y Alcantarillado (CEAA) instaló infraestructura con recursos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), como parte del Programa de Sostenibilidad de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento en Comunidades Rurales 3 (Prossapys).
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