El desarrollo sostenible se define como la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras. Por lo que el consumo del agua del acuífero de La Paz sin una adecuada extracción es insostenible. Las personas y las actividades económicas de Baja California Sur utilizan más agua de la que se puede recargar en nuestras cuencas y acuíferos. Tal es el caso de la cuenca y acuífero de La Paz que actualmente se considera sobre-explotado.

Algunas ciudades solucionan esto trayendo agua de otras cuencas más alejadas de la población y menos utilizadas. En el caso de La Paz, se tiene proyectado traer agua de la cuenca El Carrizal mediante un acueducto. Pero en algún momento no será posible seguir pidiendo agua «prestada» de cuencas vecinas cada vez más alejadas, pues si no usamos eficientemente el agua que tenemos también estas se agotaran. Además cuesta mucho dinero bombear agua desde otras cuencas, y por si fuera poco, se contamina más debido a la energía que se necesita. Esta situación no es sostenible.

ACUÍFERO SOBRE EXPLOTADO

Debe existir un equilibrio entre el agua en un acuífero y el océano para mantenerse en buen estado. Cuando extraemos agua demás, el nivel del agua dulce desciende por debajo del nivel del mar, se crea un vacío, y ocasiona que el agua de mar entre al acuífero para llenar el vacío. Esto contamina el agua dulce del acuífero con agua salada. Cuando esto pasa, el agua ya no sirve para beber.

HURACANES

Cada año los huracanes traen millones de litros de agua que corren por los arroyos, que entran a las alcantarillas hasta ser vertidos en la laguna de La Paz, para eventualmente llegar a la Bahía de La Paz y al Golfo de California.

USO INEFICIENTE

El 63% del agua que se extrae del acuífero de La Paz es utilizada por la población urbana, es decir, por las personas en sus casas y negocios, en su ciudad. Una vez sabiendo que el agua en La Paz es escasa y que la mayor parte de la que se extrae llega a nuestras casas, es importante reflexionar: ¿la estamos usando eficientemente o la estamos desperdiciando?

DEFORESTACIÓN EN ZONAS DE RECARGA

El agua que utilizamos en la ciudad originalmente es retenida y luego filtrada por el suelo y la vegetación en las Sierras cercanas a la ciudad. Si en estas Sierras se tala de más o se sobrepastorea, se pierde la vegetación, su capacidad para retener y filtrar el agua disminuye, y de igual manera la cantidad de agua disponible para los habitantes de la ciudad. Además al reducir la cobertura vegetal, el suelo queda expuesto y más sedimentos son arrastrados a la ciudad cuando llueve, provocando que se azolven las alcantarillas, lo cual es costoso de remediar. Para lograr tener agua siempre en nuestra llave es muy importante cuidar la zona en donde es captada, así como aprender a utilizarla mejor.


CULTIVOS SEDIENTOS

Distintos métodos de riego permiten a los agricultores producir cultivos de alta demanda de agua, en lugares que de manera natural serían desiertos, implicando un alto costo ambiental. Para minimizar este impacto, es necesario optimizar la tecnología de riego y propiciar el intercambio de agua limpia del acuífero que tienen concesionados los agricultores por el uso de agua residual tratada adecuadamente para el riego.


CRECIMIENTO DESORDENADO

Baja California Sur tiene el segundo lugar a nivel nacional en crecimiento poblacional, esto ha contribuido al crecimiento de asentamientos urbanos que carecen de una planeación adecuada, encontrándose zonas residenciales edificadas sobre zonas importantes para la recarga del acuífero. Esto resulta en la reducción de la infiltración de agua al acuífero y en que se encuentren habitadas zonas que son potencialmente peligrosas en caso de desbordamiento de los arroyos durante la época de lluvias.


ARROYOS INVADIDOS

Los arroyos que cruzan la ciudad de La Paz fungen un papel importante en el ciclo de recarga del acuífero, sin embargo actualmente muchos de ellos han sido utilizados como tiraderos en donde se vierten escombros de basura ilegalmente.


MEGA MINERÍA TÓXICA

Los proyectos de minería metalífera a cielo abierto, o Mega Minería Tóxica, ponen en riesgo las zonas de recarga de nuestros acuíferos ya que reducen la capacidad de infiltración al remover toda la cobertura vegetal, además de utilizar grandes cantidades de agua y de utilizar y/o liberar sustancias que contaminan el agua a perpetuidad generando significativos impactos en la salud de las personas y del ecosistema.