Las contradicciones son constantes en Silicon Valley. Por un lado aseguran querer erradicar todo tipo de enfermedades hasta hacer al ser humano inmortal. Por otro, toman decisiones que atentan de manera explícita contra el bienestar y la salud. La última moda puede hacer acreedores del premio Darwin (ya se sabe, ese desgraciado galardón que recae en aquellos que desconfían de la ciencia arriesgando sus vidas). “Agua sin tratar, sin depurar, pura”, son algunas de las etiquetas del raw water, literalmente “agua cruda”, comercializada también como Live Water por cifras de escándalo. Más de 60 dólares por 10 litros.
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